En promedio, pasamos 2 horas 23 minutos usando las redes sociales diariamente, según datos de la agencia GlobalWebIndex. Los usuarios en América Latina, a diferencia de otras regiones, se caracterizan por el uso de las redes como fuente de noticias.

En esta publicación te explicamos cómo poner en práctica una dieta, que a diferencia de otras, no es engañosa. De hecho, te ayudará a combatir la desinformación.

¿A quién sigues?

En las redes sociales, decidimos qué tipo de información queremos recibir. Existe un contrato invisible que firmamos cuando seguimos una cuenta (por suerte, el contrato se puede romper tan solo con presionar la opción «dejar de seguir»).

«A quien sea que te suscribas, solo recibirás información de esa cuenta. Esa información llega a ti, no la estás buscando, solo viene a ti», explica el experto en alfabetización mediática Damaso Reyes.

Recomienda realizar un «censo» de las cuentas que seguimos y analizar el tipo de información que aportan. «Piensa si el tipo de información que estas personas están inclinadas a publicar, o no, es suficiente para ti».

En la dieta contra la desinformación es recomendable agregar fuentes de noticias con visiones diversas, ya sean medios y/o periodistas, y no limitarse solamente a celebridades y amigos.

«Depende de nosotros buscar fuentes de información más diversas para no crear lo que llaman ‘cámara de eco’, que es solo escuchar a las personas que repiten lo que nosotros creemos, y nos animan a creer lo que les gusta a ellos», explica Reyes.

Una reciente investigación establece que las personas suelen compartir información que se adapta a su sistema de valores, algunas veces para «lograr objetivos vinculados a la influencia personal»
Una reciente investigación establece que las personas suelen compartir información que se adapta a su sistema de valores, algunas veces para «lograr objetivos vinculados a la influencia personal»

Una reciente investigación establece que las personas suelen compartir información que se adapta a su sistema de valores, algunas veces para «lograr objetivos vinculados a la influencia personal».

Seguir fuentes diversas nos ayuda a comprender de manera más amplia los hechos, y vencer el «sesgo de confirmación», que es la tendencia humana a procesar información de acuerdo a nuestro sistema de valores. (Aquí hablamos sobre ese tema)

Piensa antes de reaccionar con ‘me gusta’

Nuestros «me gusta» pueden tener consecuencias en la reproducción de información engañosa. Antes reaccionar, haz una pausa y analiza si la información es verídica.

“Cuando una publicación es acompañada por muchos ‘me gusta’, ‘compartidos’ o comentarios, es más probable que reciba atención de otros y, por lo tanto, es más probable que les guste, compartan o comenten más», establece una investigación del académico Edson Tandoc.

En varias publicaciones de Hago Check hemos hablado sobre las emociones. Si un titular genera una emoción (rabia, frustración, angustia) , es recomendable hacer una pausa antes de reaccionar. El objetivo de quienes crean desinformación es comúnmente evocar emociones que te hagan reaccionar (a través de ‘me gusta’, ‘compartir’, o ‘enviar’).

Tres señales que indican que un medio podría producir desinformación